La edad madura y la poca actividad del gato a ésta edad, conllevan una disminución de la masa muscular y un aumento del tejido adiposo; el riesgo de sobrepeso aumenta considerablemente por lo que la calidad de vida puede disminuir; por otro lado en ocasiones la falta de apetito es notable, ya sea por la falta de dientes o por la disminución del sentido del olfato. Además los efectos de la vejez se hacen sentir atrofiando el sistema renal, las articulaciones, el sistema inmunitario y las funciones digestivas.